Hacemos el pan que
queríamos comernos.
Panod nació en Prim, en el corazón de Madrid, con una idea sencilla: recuperar el pan que echábamos de menos. Un pan con sabor, con una corteza crujiente, una miga húmeda y un aroma real a cereal. El pan que solo se consigue con tiempo, con masa madre natural y sin aditivos.
Así trabajamos
Todo lo que sale de nuestros hornos lo hacemos nosotros. Desde la masa hasta los rellenos y las coberturas.
Si un producto no lo elaboramos nosotros, no lo vendemos.
Hacemos nuestras masas, rellenos, cremas pasteleras y coberturas desde cero. Solo usamos elaboraciones de terceros cuando no forman parte del trabajo propio del obrador.
Un oficio que hacen personas.
Ninguna máquina da forma a nuestras piezas. Panaderos y pasteleros trabajan cada masa y cada pliegue a mano.
Harinas y masas, con criterio.
Hogazas con harinas ecológicas, fermentadas con masa madre propia y sin levadura añadida. En otras elaboraciones, harinas de calidad y levadura en pequeñas proporciones cuando la receta lo requiere.
Nuestros procesos llevan tiempo.
Algunos panes y muchas piezas de bollería requieren dos o tres días de trabajo: prefermentos que maduran, masas que reposan y elaboraciones en fases.
Cada día es distinto.
Trabajamos en lotes pequeños y horneamos de madrugada. Lo que sale por la mañana es lo que hay para todo el día. Si se acaba, se acaba.
Ingredientes que merecen la pena.
Mantequilla Elle & Vire, chocolate Valrhona, agua de azahar Luca de Tena. No ahorramos donde importa.
Producción limitada, de verdad.
Especialmente en productos estacionales o delicados como panettone o roscón. Preferimos hacerlo bien a hacer más.
Dos obradores, siempre a la vista.
Prim y Manuel de Falla (Majadahonda). Ambos abiertos para ver cómo trabajamos.
No somos una franquicia.
Todas las tiendas son nuestras. Igual que todo lo que sale del obrador.